martes, 8 de septiembre de 2009

Space Hulk!!

Pues si, ya lo tengo en mis manos!

Ayer Dornen y yo nos lo pillamos a medias.... los genestealers para su ejercito tiránido, y los marines para el mio...

la verdad, es que me ha sorprendido el material, y eso que ya esperaba que fuera bueno (por los comentarios dejados por la peña en distintos foros). La caja, a diferencia de las cajas de inicio o de regimiento, es de cartón rígido, con lo que puede servir para guardar el juego. La maquetación me ha parecido muy adecuada, sin excesos como pasa en algunos de los reglamentos. Tal vez alguna foto más de como podrían quedar las minis falta, pero eso es lo de menos.

Las minis tienen muy buena pinta. Según GW el plástico es el mismo que en las minis normales, pero con un tinte rojo para los marines, y uno azul para los tiranidos. Yo no se si es cierto lo del material hasta que no empiece a quitar rebabas, pero me parece un plástico algo más rígido que el habitual en GW. Eso si, el detalle que tienen es acojonante, muy bien detalladas y proporcionadas, y un despiece bastante acertado desde mi punto de vista... aunque aun no las he montado, y puede que mi opinión cambie entonces. Cada exterminador está en una pose distinta, y con armamento personalizado. Los genestealers hay algunos repetidos, pero eso es porque son muchos y hay 2 matrices iguales, y una 3era distinta. Eso si, el lider de progenie es enoooorme!!.

El juego.... toca probarlo, pero me ha parecido de lo más sencillo, absurdamente sencillo, pero a la vez completo (si un exterminador intenta bajar una escalera, puede cagarla y caerse, pero si hay algo debajo... lo chafa sea lo que sea!!! XD). Los termies pueden mover, disparar, ir al combate, abrir puertas, tirarlas abajo, y mantenerse en guardia. Eso si, todo ello les cuesta puntos de acción, y cada mini dispone de 4 (más algunos extras que pueden tener. Los genestealers no pueden disparar, pero en combate son mejores que los termies, bastante mejores, además de ser muchos XD

A falta de probarlo, debo decir que estoy contento con la compra... al menos, son 11 termies y un bibliotecario por 40€.. con una cantidad de detalle bastante alta.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Ilidiel: el primer señor

Este es uno de los pocos textos que doy por "acabados" respecto al trasfondo del capitulo "Cazadores de Medianoche". Algunos nombres como Uriel y Ideus no se explica su origen... todavía. Cuando cuelgue los origenes del capítulo, saldrán, pues tienen mucho que ven en ello

Ilidiel fue el primero de los señores de los Cazadores de Medianoche. Fue el primero de los creados en el capítulo, y un poderoso psíquico. Hay muchas leyendas en el capítulo sobre sus hazañas, pero existe una que tan solo se cuenta a aquellos que, habiendo pasado por la primera compañía, demuestran un honor, coraje y habilidad en el combate superior a los demás, se trata de la primera y la mayor de las historias del capítulo, la que más los ha marcado, y posiblemente, signifique algo aun por llegar.

Ilidiel, señor de los Ángeles Lunares, capitulo sucesor de los Ángeles Oscuros había viajado a la Roca a petición del capellán interrogador Uriel. En su visita, Ilidiel tubo muchas revelaciones, las cuales le hicieron pensar mucho sobre el destino de su capitulo. Tras conocer los secretos del capitulo fundador, volvió a su planeta natal. Sabía que habían traicionado a la humanidad, pero esa traición también corría ahora por sus venas. Que debía hacer? exterminar a los Ángeles Oscuros? a los caídos? ignorarlos?

Sin embargo, sus dudas fueron apartadas de golpe al llegar al sistema Signea y ver su planeta natal Aengis Derra; el planeta estaba fracturado, hecho pedazos. Un exterminatus? algún tipo de ataque? que había pasado?

"la historia se repite" pensó al ver la fortaleza-monasterio del capitulo. Se hallaba aun en pie, sobre una enorme roca, de la misma forma que se hallaba la de su capitulo predecesor tras la herejía.

Al entrar en la fortaleza, encontró los cuerpos calcinados de sus hermanos y de unos marines en armadura negra. La heráldica de estos era muy parecida a la de los Ángeles Oscuros, así que seguramente eran hijos de Lión, debían ser ángeles caídos que les habían atacado. Ordenó recuperar los cuerpos de ambos bandos, tratando con honores a los hermanos del capítulo, y que quemaran a los traidores. Tras la orden, alguien susurró su nombre. El sargento Zackarias, de la 4ª compañía, parecía aun estar vivo entre los cadáveres:

"Mi señor Ilidiel, esos hermanos nos han ayudado y han caído con nosotros, ha sido Él quien nos ha mentido, ha echo un pacto con los demonios por culpa de su ansias de conocimiento. Han luchado a nuestro lado y se merecen mi respeto. Así pues, hónrales como al resto de hermanos caídos, pues simplemente se equivocaron una vez de camino, pero han vuelto a él por el emperador"

Esas fueron las ultimas palabras el ultimo sargento de los Ángeles Lunares. Ilidiel gritó al cielo preguntando al emperador que debía hacer. A través de las vidrieras de la catedral veía la luna de Aengis, era medianoche cuando su capitulo acababa de ser eliminado, tan solo quedaban él su escolta personal y los que aun estaban en la barcaza.

La duda hacia mella en él, en su mente escuchaba las voces de Ideus y Uriel, ambas mentirosas, ambas vengativas, ambas intentando influenciarle. El tiempo pasaba mientras él tenía sus dudas, hasta que la luna pasó detrás de una de las ultimas vidrieras. La imagen consistía en un ángel envuelto en una túnica blanca, pero ahora esa vidriera estaba manchada de sangre y mostraba una túnica roja. Tal vez serían los últimos de su capitulo, pero ellos recuperarían la redención a su manera.

Toda duda se desvaneció de su mente cuando vió a su amigo el inquisidor. Ideus había estado presente durante todo el proceso del capitulo, guiando sus pasos. Extrañamente se sintió aliviado, como si con las dudas, se hubiera ido un molesto invitado, y así había sido. Aunque siempre guardó un extraño rencor hacia el capitulo de los Ángeles Oscuros, y nunca explicó el porqué.

Una carcajada llenó toda la estructura. Ideus había estado jugando con su mente, haciéndole dudar, aunque no sabía el porqué, pero ese ya no era el inquisidor que conocía. Al parecer, había estado experimentando con el proceso de implantación de órganos. Tenia una servo armadura igual que la de ellos, pero su cuerpo era mucho más grande, con garras, su pelo había desaparecido para dejar paso a unas extrañas plumas que cambiaban lentamente de color y forma. Su ansia de conocimiento lo había convertido en una puerta a nuestro mundo a través de la que los demonios habían entrado, y lo habían poseído. Eso era imperdonable.

Ilidiel ordenó a su escolta volver al crucero. Si alguien que no fuera él salía de la fortaleza, debían exterminarlo y volver a Terra a informar de lo sucedido. Él fue el primero de los suyos, pero ya no se consideraba uno de los Ángeles Lunares, él ahora simplemente tenia una misión, un objetivo, una presa, él sería el cazador. No guardaba ira, pues estaba en paz consigo. No guardaba rencor, pues la venganza personal no ayuda al emperador. Simplemente, tenia una presa: un traidor. Y ese traidor iba a morir esa noche.

Nadie sabe que pasó en la fortaleza, pero desde el crucero pudieron ver que hubo una gran batalla: explosiones y rayos de energía se distinguían entre el humo a través de las grandes vidrieras de la catedral.

Tras un día sin ver señales de batalla, Luzberuel, su segundo al mando, bajó él solo a buscar a su compañero. Dentro de la fortaleza monasterio no quedaba prácticamente nada entero. Tan solo las fuertes paredes de cemento y plastiacero se tenían en pie, testigos de una batalla, entre dos personas, cuya intensidad no se había visto desde los tiempos de la herejía.

Encima del altar de la catedral, se hallaba el cuerpo sin vida de Ideus, pero no era como lo recordaba. Había mutado, el caos había entrado en él. El ansia de conocer el secreto de los Ángeles Oscuros que había en su interior le había consumido, dejando solo a un cuerpo alterado para servir a los designios de los dioses oscuros. Al parecer, Ilidiel le había matado clavándole en el pecho su poderosa espada psíquica, la cual Ideus tenia clavada en el pecho. Pero estaba rota. Si el duelo de mentes de ambos pudo partir un artefacto tan poderoso, debía haber sido auténticamente monstruoso.

A los pies del altar se hallaba el cuerpo de su hermano mayor, envuelto en una extraña túnica roja, nadie supo nunca de donde la habría sacado. En su armadura plateada se reflejaba el espacio que se veía a través de las vidrieras, mientras se veían unos rayos que iluminaban la estancia. Todo ello daba un extraño tono azul oscuro a la armadura de Ilidiel, mostrando eventualmente unos arcos de electricidad encima de ella, como si él mismo estuviera envuelto en esa energía.

Ilidiel seguía con vida, pero no durante mucho tiempo. Su servoarmadura no podría mantenerlo mucho más tiempo con vida. Ilidiel pidió a Luzberuel que se sentara a su lado. Le contó todas sus dudas, todo lo que se le había pasado por la cabeza, y sus conclusiones. Los Ángeles Lunares habían desaparecido para siempre, pero aun podían servir al emperador. Ilidiel dio las ultimas ordenes que pudo dar a Luzberuel, y finalmente, le entregó el mando del capítulo.

987 fueron las tumbas que cavaron entre los restos del planeta: 862 para los Ángeles Lunares, 124 para los Ángeles Caídos, y 1 para Ideus. Todos los astartes fueron enterrados con los mismos honores, desde Ilidiel hasta el último de los Ángeles Caídos, pero ningún nombre fue puesto en las lápidas, tan solo una frase "Aquí descansa un servidor del Emperador".
Ideus en cambio, fue incinerado, encerrado y sellado dentro de su tumba.

Tras estos sucesos, Luzberuel, como nuevo señor del capítulo, en honor a la gran batalla de su predecesor. Cambió la heráldica del capitulo. Las armaduras serian azul oscuro, como la noche de la batalla, y las túnicas rojas. Además, como recompensa por grandes acciones, se podrían añadir motivos de relámpagos, así cada vez sus armaduras se parecerían más a la del primero de ellos. Finalmente, a partir de ese momento pasarían a llamarse Cazadores de Medianoche, en honor a la hazaña realizada por el primero de ellos.

Contactaron con los Ángeles Oscuros y les explicaron lo sucecido, sin contarles la participacion de los Caídos, los cuales fueron durante esa batalla, marines leales al emperador, y es el propio Emperador quien decidirá sobre ellos. Uriel, al ver el estado del planeta ofreció algunos tecnomarines a Luzberiel para que ayudaran en la reconstrucción de la fortaleza monasterio, aunque no podrían hacer una segunda Roca.

Llevaron las instalaciones al planeta cantera Signea III, el cual era la fuente de recursos del sector, pues era rico en metales, pero también era de difícil acceso, pues estaba formado por grandes cordilleras que impedían el uso de vehículos grandes para el transporte.

Durante los siguientes 150 años el capitulo fue restaurado. Se recuperaron las cámaras de creación, se reclutaron nuevos aspirantes y se tomaron nuevas doctrinas de combate. Sin embargo, los nuevos marines no sabrían nunca la verdad sobre su pasado como Ángeles Lunares... no hasta que no superaran todas las pruebas que diseñaría Luzberiel a partir de ese momento.